Como es tradición, cada año se rinde un especial homenaje a aquellos ingenieros que cumplen 50 años de ejercicio profesional y que han sido miembros activos del Colegio de Ingenieros de Chile, en ella se reconoce el aporte que han realizado durante su vida profesional y gremial y los designa miembros vitalicios.

En esta ocasión, los galardonados corresponden a la promoción de 1964 y otras promociones quienes recibieron por parte del Colegio de Ingenieros su calidad de Miembros Vitalicios de la Orden, quienes provienen de las siguientes instituciones de educación superior:

– Academia Politécnica Militar.

– Pontificia Universidad Católica.

– Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

– Universidad Autónoma Tomás Frias de Bolivia.

– Universidad de Chile.

– Universidad de Concepción.

– Universidad Técnica Federico Santa María.

El primer vicepresidente del C.I, Sergio Contreras dio un discurso a los premiados y sus familias, palabras en las que destacó “Es así como hoy día nos encontramos en esta ceremonia, en que celebramos la labor debidamente realizada por un puñado de ingenieros que hoy cumplen 50 años de ejercicio profesional. Ellos han entregado su inteligencia, su conocimiento y su trabajo incansable al desarrollo de su entorno, de su país, el bienestar de sus familias, y en ese sentido nos asiste la convicción de que ellos han llegado a este jubileo con su labor cumplida bastamente. Pero estos ingenieros a los cuales rendimos homenaje no solamente han realizado su labor en el mundo de manera ética y técnicamente impecable, sino que además han entregado un aporte voluntario y desinteresado al Colegio de Ingenieros”.

En nombre de los nuevos socios vitalicios, se dirigió el público el ex presidente del Colegio de Ingenieros, Máximo Honorato “ Agradezco al Colegio de Ingenieros, nuestro segundo hogar donde siempre encontramos acogida a los requerimientos de nuestro ejercicio profesional, lo que gracias a las características gremiales del colegio pudo atender para nosotros, haciéndolo siempre con cordialidad y genuina convicción, efectivamente así fue en la capacitación continuo requerimiento de un buen profesional la que se impartía directamente por el colegio u orgánicamente dado sus permanentes lazos con la universidad, por haber sido un permanente centro de encuentro de colegas ya fueran especialidades, generaciones, viajes, o congresos, temas laborales, y también por haber sido un centro de opinión pública genuino, que llevó la voz de todos nosotros a la sociedad para entregarles nuestro aporte debido al pensamiento especializado de nuestros colegas en los temas de nuestro conocimiento de la Ingeniería”.

Para finalizar, los ingenieros vitalicios compartieron un cóctel con sus colegas y familiares.

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