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Columna de Sergio Contreras, vicepresidente CI: Catástrofes e ingeniería

Autor: Sergio Contreras, vicepresidente Colegio de Ingenieros de Chile A.G.

A menudo nuestro país se ve asolado por catástrofes que amenazan y destruyen bienes materiales y vidas humanas, alterando además el devenir de las acciones sociales y el desarrollo económico que necesitamos para avanzar como nación.

La ingeniería, es una actividad preponderante en el ordenamiento técnico de la sociedad, por este motivo su papel en el apoyo a las meditadas dispuestas por el Estado para enfrentar la crisis en sus puntos álgidos es de vital importancia, no solamente en diseñar las medidas paliativas, sino en proponer y diseñar sistemas que prevengan de manera efectiva a los seres humanos, su entorno y el territorio que ocupan, sus viviendas e instalaciones.

Para ello, existen importantes avances en la protección de los edificios, obras de infraestructura y otras construcciones que son afectadas por terremotos y otros hechos y acciones de la naturaleza.

Los incendios, sin embargo, generan un escenario más complejo pues sus variables son múltiples y la combinación de ellas, la mayoría de las veces, son extraordinariamente complejas. En un incendio masivo, concurren muchos hechos de difícil control y, por ende, de difícil contención.

A pesar de ello, las fases de cada uno de estos fenómenos tienen una estructura reconocible: las medidas de prevención son insuficientes. El territorio al cual afectan no tiene los suficientes trazados de contención que prevengan el avance del incendio y su penetración en zonas densamente pobladas. No hay rondas organizadas de detección tempranas de incendios desde el aire. Los bosques y pastizales son un material altamente combustible que ofrece una alimentación continua e inmensa al fuego. Los medios de contención y extinción establecidos son precarios y no tienen la envergadura necesaria para la extensión de terreno donde deben operar.

A todo esto se debe agregar la acción premeditada del ser humano que, con fines incomprensibles para sus congéneres, provoca el inicio de esto incendios sin medir quizás las consecuencias de la destrucción que ello implica. Y es en este sentido en cual la ingeniería debe aportar, con planificación y estudios adecuados, una acción que compete a una sociedad debidamente organizada y que actuando en conjunto con otros profesionales de diversas disciplinas se aboquen a resolver el problema. Por este motivo, tiene especial significado el llamado del Colegio de Arquitectos a formar mesas de trabajo conjuntas e interdisciplinarias para ofrecer a las organizaciones del Estado un trabajo profundo y bien estructurado.