Conociendo a nuestr@s premios nacionales: Rodrigo Flores Álvarez
Contenido presentado junta a Ediciones Babieca.
RODRIGO FLORES ÁLVAREZ
Los terremotos y el amor por la ciencia y las matemáticas lo impulsaron a especializarse en el diseño de proyectos sismorresistentes. Todo un referente a nivel mundial, que dejó su sello en muchas obras portuarias, construcciones industriales, refinerías de petróleo, plantas eléctricas y mineras. Un legado por el que es reconocido, aunque también se le distingue por su otra pasión: el ajedrez.
Hay dos ámbitos de la vida por los que se recuerda a Rodrigo Flores Álvarez: haber sido campeón nacional de ajedrez once veces consecutivas y por su contribución a crear diseños y construcciones sismorresistentes. Chile no se desmorona después de cada terremoto, en parte, gracias a los estudios que puso en práctica este ingeniero civil estructural. Cimientos sólidos en el país y en la figura del Premio Nacional del Colegio de Ingenieros 1993.
Todo habría partido en su infancia, dicen sus amigos. Hijo de Mercedes Álvarez del Pino, presidenta de la Cruz Roja de La Cisterna, y de Maximiano Flores, lingüista, nació en Santiago el 23 de agosto de 1913, siendo el menor de tres hermanos. Muy inteligente, no fue al colegio en sus primeros años y, a cambio, su padre le enseñó todas las materias de pre-paratoria. “Mi primer y mejor maestro y acaso de quien heredé la vocación de la docencia”, dirá en 1970, al recibir la Medalla de Oro, otorgada por el Instituto de Ingenieros de Chile.