Despedir a alguien destacado es siempre un hecho que tiene un tono desgarrador. Pensar que ya no tendremos un intercambio vital con ellos, es algo que nos produce angustia, sin embargo hemos también de valorar el hecho de que lo mantendremos en nuestro recuerdo que brillará cada vez con más intensidad. Una vida tan fértil como la de German Millán deja una traza, no solamente a través de las obras que realizó con dedicación, trabajo y especial comprensión, sino también en el vivir diario de alguien profundamente humano.

Hay inteligencias silenciosas como la de Germán que recrean el mundo , pero a veces no vemos de una mirada y, entonces no la aquilatamos en la total dimensión su fortaleza, sumergidos en la inmediatez de la vida. Creo que Germán fue una de esas personas, que atesoraba el silencio y la reflexión, sin dejar de lado un accionar claro y decidido.

Todo ello le permitió dejar una huella en grandes obras de la in-geniería nacional. Su participación en Ingendesa, larga y feraz, en el MOP donde dejó su impronta en una vía que atraviesa nuestra ciudad. Hoy en nombre de nuestro Colegio con el cual colaboró con pro-funda generosidad, y que lo reconoció y premió, con tristeza en el corazón por la despedida, pero también con alegría por haber sido sus amigos y sus colegas, le entregamos este saludo a su familia y, en especial, a su esposa, hijos y nietos.

Muchas gracias.

Sergio Contreras A.