Presidente de Zonal Maule, Arturo Briso, realiza una mirada retrospectiva en pandemia
Por Arturo Briso, presidente Zonal Maule.
Han transcurrido ya cuatro meses desde el pasado 14 de Mayo de 2020, fecha de celebración del Día del Ingeniero por el Consejo Zonal Maule. De manera excepcional y por primera vez, se celebró el día del Ingeniero a través de una videoconferencia: “Nuevos desafíos sostenibilidad país”. El programa de este evento dio cuenta cómo los distintos actores de la Región del Maule estábamos enfrentado y viviendo la amenazante pandemia del COVID-19, testigos de un notorio impacto en lo sanitario, social y económico, no solo para la región, sino para nuestro país y el mundo.
El entonces presidente nacional del Colegio de Ingenieros, Arturo Gana, participó del encuentro e inició la apertura de la video conferencia: “Estimadas y estimados ingenieros presentes y de todo Chile; celebramos este Día del Ingeniero en medio de esta pandemia mundial del COVID-19; enfrentando grandes desafíos de cambios mundiales en numerosas áreas de la sociedad de los países, estando de pie los ingenieros, algunos cesantes, y otros en precarias condiciones, pero luchando por salir adelante como siempre lo hemos hecho los ingenieros en nuestro país; ¡aquí estamos los ingenieros!”. Asimismo, resaltó: “Estamos constreñidos en nuestras casas con un país que va a sufrir mucho por lo que viene por delante, pero con la esperanza que saldremos adelante y en muchos lugares habrá un ingeniero aportando para ello. Tenemos que sentirnos orgullosos de ser ingenieros y los invito a que seamos sencillos, que tratemos de escucharnos, que sembremos amistad y que podamos ser puentes para que las personas en nuestra sociedad nos entendamos y podamos conversar nuestros puntos de vista para el bien de Chile. La sencillez es una gran compañera de la vida”.
Como presidente de la Zonal Maule del Colegio de Ingenieros, compartí las críticas cifras de la epidemia del Coronavirus, con la finalidad de dejar por escrito la evidencia de estas alarmantes cifras, en el entendido que los ingenieros usamos de manera recurrente la información a partir de los grandes números; sobre todo, en un contexto histórico mundial que en el futuro venidero y en las próximas décadas y siglos será recordado por nuevas generaciones como una de las peores crisis sanitarias de la humanidad. Durante la presentación entregué datos extraordinariamente alarmantes que son la evidencia que estamos enfrentados a buscar nuevos modelos y enfoques de hacer las cosas y que tenemos grandes desafíos como ingenieros de cambio en las diversas organizaciones públicas y privadas de nuestro país.
Consecuencias mundiales a nivel sanitario, social y económico ...
La pandemia del COVID-19, ha generado enormes consecuencias mundiales a nivel sanitario, social y económico. Los efectos han repercutido en un estancamiento severo de la actividad económica de la gran mayoría de los países, en todo el mundo.
El COVID-19 ha significado una acelerada reducción del comercio tanto a nivel nacional como internacional, de la inversión, de los servicios turísticos, del precio de las materias primas, situación agravada en América del Sur y México, el empeoramiento en general de las condiciones financieras, y un aumento muy importante en las cifras de desempleo, pobreza y desigualdad.
Estas circunstancias ocurren, además, en un contexto de alta vulnerabilidad en la cual vive una parte importante de la población, marcada por líneas de pobreza poco definidas, un gran número de trabajadores que se encuentran en economía informal, personas en situación migratoria irregular, problemas de registro de la información social para la asignación de beneficios, y deficiencias en los sistemas de protección, evidenciados en la carencia en la cobertura de seguros de salud, en prestaciones de sustitución de ingresos y en prestaciones de desempleo.
Esta pandemia nos enfrenta también a nuevas discusiones mirando el futuro, entre éstas: capacidades y competencias de los sistemas de sanidad y salud, eficacia y flexibilidad de los sistemas de protección social, equidad territorial, conectividad y tele-economía, relaciones y alianzas público-privada, seguridad y eficacia de las cadenas de producción, protección de sectores estratégicos y la globalización de las instituciones, organizaciones y empresas de todo ámbito de competencia interna y globalizada.