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El Largo Camino para la Ejecución de un Proyecto en Chile

El lunes 5 de marzo, se publicó en El Mercurio en la sección Cartas al Director: “El Largo camino para Ejecutar un Proyecto”por el Ing. Pedro Olivares, integrante de la Comisión de Medio Ambiente de nuestro gremio, donde expuso que la desconexión entre lo ambiental y los permisos sectoriales es lo que afecta la aprobación de proyectos en Chile.

En base a lo comentado, en el siguiente texto, el experto, realiza un análisis sobre la evaluación ambiental de proyectos:

El Largo Camino para la Ejecución de un Proyecto en Chile

En el último tiempo, la temática ambiental se ha vuelto de relevancia como tema de discusión, con distintas miradas, ya sea como foco de conflicto social, como una traba para proyectos de inversión por los plazos de tramitación, promulgación de áreas protegidas, planes de descontaminación, gestión de residuos, etc. De estas miradas, por lejos lo más relevante para el desarrollo del país, es como nuestra institucionalidad ambiental se hace cargo de compatibilizar un correcto análisis ambiental de los efectos sobre el Medio Ambiente de un proyecto, con los plazos de evaluación para obtener una Resolución de Calificación Ambiental favorable, tema que ha sido ampliamente discutido y relevado por la prensa, seminarios, foros, entre otros.

Sin embargo, creemos que pasados más de 20 años de haberse instaurado nuestra institucionalidad ambiental, viene siendo hora de plantearnos y discutir sobre como la evaluación ambiental de proyectos puede ser más eficiente en aplicar el principio precautorio y a su vez permitir que la ejecución de proyectos sea más expedita. Al respecto, como Colegio de Ingenieros, creemos de suma importancia aportar en esta discusión planteando un tema que no ha sido incorporado a nuestra legislación ambiental y que hoy representa trabas importantes para la ejecución de iniciativas de inversión:

“La obtención de una Resolución de Calificación Ambiental favorable, es solo el comienzo de un largo camino para solicitar permisos sectoriales”.

Cuantos ingenieros nos hemos encontrado con la sorpresa que luego de uno a varios años tratando de aprobar un proyecto en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, se inician otros largos años para tramitar los permisos sectoriales ante instituciones del Estado que muchas veces desconocen lo aprobado ambientalmente y solicitan nuevas exigencias a los proyectos. Estos denominados “permisos sectoriales” están dispersos en casi todos los servicios del Estado, pudiendo ser más de 500 permisos según la envergadura del proyecto.

Lo anterior es una evidencia de la desconexión entre lo ambiental y los permisos sectoriales, que atenta contra la idea de “Ventanilla única” que enarbolaba la Ley N° 19.300 cuando se creó y que hasta el día de hoy, muchos servicios del Estado reniegan, dando origen a absurdos tales como aprobar un proyecto ambientalmente en una zona donde el instrumento de planificación territorial no lo permite, incorporar criterios técnicos que implican cambios en lo aprobado ambientalmente o solicitar cambios tecnológicos no considerados por el Titular.

¿La razón de estas incompatibilidades y más trámites luego de la evaluación ambiental?; pueden ser varias, pero principalmente se resumen en:

  1. La evaluación ambiental es un sistema rígido, que le exige a un proyecto Green Field tener toda su ejecución definida hasta que este cierre en 50 o 100 años más
  2. Los proyectos varían con el avance de la ingeniería, cosa que no es reconocida por la institucionalidad ambiental, teniendo que tramitar como mínimo cartas de pertinencia por las modificaciones, que tienen al SEIA colapsado resolviendo consultas que en general, es evidente que no deben ingresar a evaluación ambiental.

Nuestra propuesta es iniciar un diálogo con las nuevas autoridades ambientales, de manera de hacer valer el principio precautorio, en el cual un proyecto pueda evaluar ambientalmente un área de emplazamiento y sus peores efectos posibles, de manera de que éste se haga cargo de todos sus potenciales efectos. Luego una vez aprobado el proyecto en su fase ambiental, ingresar a un sistema centralizado el proyecto final de ingeniería a construir, de manera de entregar a una sola entidad todos los antecedentes que le permitan evaluar y aprobar los permisos sectoriales que sean requeridos, mirando el proyecto en su integridad.

Sabemos que esto implica un gran cambio, pero se puede realizar en forma gradual, para lo cual se debe empezar por dar inicio a esta discusión como país que aspira a llegar al pleno desarrollo.

Pedro Olivares Lanas
Comisión De Medio Ambiente
Colegio De Ingenieros De Chile