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Estoy contento, pero quiero ser más feliz y alegre

Estoy contento, pero quiero ser más feliz y alegre

La Comisión del Ingeniero Mayor (CIM), terminó el Taller “El Arte de Vivir Contentos y activar talentos escondidos,” que fue dirigido por el ingeniero Homero Aylwin A.. El conductor compartió, con los ingenieros que participaron en el Taller, su experiencia para dejar de lado ciertos temores que cada uno tenía y hacerlos más decididos en distintas situaciones, especialmente con las que acarrean dudas y temores.

Este método surgió a partir de la observación de un hecho conocido y fácilmente comprobable: Todos los niños sanos, en su primera infancia, desarrollan, de manera admirable, siguiendo su interés natural, dos habilidades indispensables para su vida: manejar diestramente su cuerpo y comunicarse verbalmente en su idioma natal con soltura y naturalidad. Estas dos habilidades son difíciles de adquirir y requieren de gran talento. Todos los niños sanos lo hacen sin diferencias significativas de tiempo y eficacia.

Esta observación nos permite concluir que todos los seres humanos sanos, independientemente de nuestras diferencias de cuna, o de cultura, nacemos provistos de una admirable y muy semejante inteligencia.

Este concepto el Guia lo trabajó en varias sesiones, en las que definió las limitaciones que podía generar en las personas el miedo. Además destacó que este Taller tuvo como objetivo liberarse de los temores que pueden estorbar para la vida, y eliminarlos dado que nada debería impedir que realicemos lo que realmente deseamos, que es estar contentos.

El temor no ayuda a resolver los problemas que tenemos, de alguna manera las personas le dan una importancia desproporcionada, pero mientras mejor estemos anímicamente podemos resolver mejor esos problemas, indicó el ingeniero Aylwin.

Además, explicó que los males de la humanidad es por la subestima de las personas que buscan alegría en cosas superficiales, porque no están contentos con sus vidas, hoy deben aprender a amar lo que son y las capacidades que cada uno posee.

El resultado de este Taller fue que cada uno de los ingenieros que participaron dieron pasos para ir mejorando y superando impedimentos que les permitieron ser ellos mismos en todas las circunstancias en la que se enfrentan día a día, de modo de vivir contentos, superando los miedos, trabajando sus aptitudes y actitudes, modificándolas para mejorar el ánimo y autoestima, activando los talentos escondidos.

Lo notable fue que este Taller partió en Septiembre y terminaba después de cinco sesiones de dos horas cada una, pero terminada la quinta sesión, por unanimidad, decidieron con el Guía, prolongarlo tres sesiones más , con lo que completaron ocho sesiones, las que finalizaron en Diciembre, entregando algunos de los participantes testimonios escritos de su experiencia al concurrir al Taller.

Para concluir hay que decidir ser cada día más feliz. Para lograrlo hay que buscar cada día lo que impide dar el siguiente paso a la plena felicidad. Hay que eliminar el impedimento, luego afianzar el paso, para así repetir este ejercicio y continuar dando paso tras paso.