¿Sabías que Leonardo Da Vinci, Agatha Christie, Herman Melville y Bill Clinton han sido procastinadores? El 95% de las personas que procastinan pierde entre 3 a 6 horas al día por dejar de lado lo que deberían hacer, generando graves consecuencias sociales, profesionales, personales y económicas. El ingeniero Benjamín Chacana recoge hábilmente, desde su experiencia universitaria y académica, este tema global, proponiendo un modelo matemático para su solución.

¿Cuándo fue la última vez que dejaste de hacer algo por mirar tu teléfono? o ¿Dejaste para mañana lo que podías hacer hoy? Procastinar, es un hábito que no muchos se atreven a reconocer y que no discrimina género, profesiones y clases sociales. La procastinación es la acción de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. ¿El problema? Este hábito puede arruinar tu vida personal y profesional, incluso hay personas que ya lo han convertido en todo un arte.

El ingeniero Benjamín Chacana pone en la palestra este tema, desde su experiencia como procastinador, y recoge en un libro el estudio de este hábito y las soluciones a los problemas que genera con un enfoque ingeneril. “El arte de sacar la vuelta, procastinación”, fue lanzado el 4 de agosto en el edificio del Colegio de ingenieros. El evento contó con la organización de la Comisión del Ingeniero Mayor, liderada por Guillermo Callejas, quien durante el evento se refirió a la importancia de abrir el Colegio a estos espacios de reunión así como también destacó la trayectoria y el aporte del autor en la investigación de esta materia: “Todos, hoy, somos un poco procastinadores y el libro “El arte de sacar la vuelta” retrata una realidad de los chilenos”. Raúl Alcaíno, presidente del Colegio, celebró la presencia de los ingenieros en este evento, destacando al grupo de egresados de Beauchef, quienes fueron compañeros del autor en sus años de estudio.

“Procastinar negativamente nos complica la vida”, sentenció el autor al inicio de su presentación, la que fue abordada desde la estructura de un ensayo. Con la experiencia de un observador del mundo universitario, en su rol de profesor de Cálculo, en facultades de ingeniería, por más de 50 años, el libro relata temas de la profundidad de la psicología a lo concreto de la ingeniería. Asimismo, aborda la complejidad de una postergación irracional de nuestros deberes cuando actuamos en contra de lo que nos convendrá mañana. Solo por compartir unos datos, en Chile, durante 2020, se olvidaron 60 millones de dólares en bancos y en devoluciones de isapres, por causa de trámites que no se realizaron. “La procastinación afecta directamente el éxito, el desarrollo de uno mismo y la vida íntima. El talón de Aquiles de los procastinadores es la impulsividad. Por un lado evaden tareas que les provocan ansiedad y por otro son desorganizados, tienen la incapacidad de trabajar metódicamente y son distraídos. Por evitar hacer tareas no realizan reembolsos, no terminan las cosas en las que se inician como deportes, cursos de inglés, y dietas”, señaló Benjamín Chacana, quien además realizó una interesante analogía filosófica: “Según Platón habría una pugna entre la intención y el impulso placentero, personificada en la figura del jinete y del caballo respectivamente”. Desde otra mirada, reiteró la importancia del concepto de incontinencia como la incapacidad de frenar los deseos o pasiones y se refirió a la Neurología de la procastinación y a la ecuación de la procastinación que interpreta la relación entre el sistema límbico y la corteza prefrontal.

Consecuencias de la procastinación

Según el autor, los jóvenes y estudiantes son grandes afectados de la procastianción, lo que genera depresión, estrés y costos económicos. El 95% de los que procastina pierde entre 3 a 6 horas al día y Chile se ubicaría en el sexto lugar del ranking OCDE como uno de los países con más horas de trabajo y menos productividad.

Históricamente, hay varios procastinadores famosos como Franz Kafka, Víctor Hugo, Bill Clinton, Dalai Lama, Leonardo Da Vinci y Agatha Christie, entre otros. Incluso, Ernest Hemingway describió el sentimiento que deja la procastinación: “Sentía esa soledad al final de un día de la vida que uno ha desperdiciado”. Un sentimiento amargo. O, Herman Melville, el famosos escritor novelista, llegó a tal grado de procastinar que tuvo que pedirle a su esposa que lo encadenara a la mesa para que pudiera terminar de escribir el reconocido libro Moby Dick.

Desde la ciencia, hay importantes referentes que han abordado el tema como el Premio Nobel de Economía, George Arthur Akerlof, quien escribió el ensayo “Procastination and Obedience” inspirado en el hecho de que cada mañana durante ocho meses intentó enviar un correo hacia los Estados Unidos sin éxito. Respecto de la tipología de procastinadores Joseph Ferrari, doctor en Piscología de la Universidad DePaul en Chicago, describe los siguientes tipos: procastinadores crónicos por emoción, procastinadores crónicos por evitación y procastinadores crónicos disposicionales.

Aplicación de un modelo a la procastinación

“En tercero preparatoria fui un alumno casi repitente, pero un cambio de ciudad y la influencia de un grupo de amigos en Copiapó me ayudó a cambiar y logré entrar a estudiar Ingeniería. Entre los 55 y los 60 años asumí el problema, explicándome episodios de la vida que logré sortear con frustraciones, desencantos, atrasos en entregas, omisiones, olvidos familiares, pagos y otros”, reconoció el autor del libro, quien usó el modelo de Robert Plutchik (1958) autor de la rosa de las emociones, para explicar mejor las emociones de procrastinar. “Habitualmente, una emoción surge de una persona, la que consciente o inconscientemente, evalúa un hecho importante para un objetivo o emoción. Se siente algo agradable cuando el objetivo se logra y triste cuando se ve frustrado”. Por consiguiente, La procastinación y el TDAH (Trastorno de Déficit Emocional con Hiperactividad) están íntimamente ligados y son neuro divergentes, poniendo de manifiesto la grieta entre la intención y la acción. Grieta, que finalmente es la impulsividad, una pieza importante que Chacana recoge para realizar una ecuación de la procastinación en base al valor de la recompensa. Este modelo matemático de la procastinación fue realizado con la ayuda del doctor Sergio Quijada y por el doctor Eliseo Martínez y ha servido para llevar a cabo procesos para combatir la procastinación en las empresas.

Finalmente, el ingeniero Benjamín Chacana hace un llamado a trabajar el autocontrol y fomentar la autodisciplina en los estudiantes: “Es importante reconocer que existe la procastinación y que como problema ligado al bienestar emocional puede ser solucionado con diferentes terapias. Es importante apoyar a estudiantes y trabajadores. Si mejora el clima laboral y familiar mejora la vida de la persona”.

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Créditos fotográficos: Fabián Vargas A.