Un año más

En esta edición del newsletter, junto con saludar y agradecer la fidelidad de nuestros lectores, los invitamos cordialmente a no olvidar el Día de la Ingeniería. Es cierto que todas nuestras citas han tenido la posibilidad de ser efectuadas por medios telemáticos sincrónicos, reuniones laborales, clases, charlas, atenciones médicas, reuniones de apoderados, festejos de cumpleaños, aniversarios, conmemoraciones e incluso funerales. ¿Cómo sumarnos a las celebraciones del Día de la Ingeniería? Simple: donde hay un ingeniero hay día de la ingeniería y donde se reúnen dos o más, en forma presencial o a distancia, tenemos una ingenierada. No se necesita un elaborado coctel, tampoco buffet, cenas o mesón de postres. no. Los ingenieros nos juntamos con un café, té o gaseosa, siempre ajustados de tiempo, con un ojo en la reunión y otro en el teléfono que no para de moverse, un oído pendiente de si suena un ringtone de urgencia y el otro oído está escuchando atentamente la reunión; una mitad del cerebro está registrando y tomando nota de lo que se comenta y la otra está imaginando las múltiples alternativas de solución y aportando la cuota de futuro a la conversación. El que no lo ha hecho así, que lance la primera función.