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SEMINARIO: Filosofía de las Ciencias: ¿Una razón situada?

SEMINARIO: Filosofía de las Ciencias: ¿Una razón situada?

La Comisión I+D+i, liderada por su presidente Rodolfo Baffico realizó el Seminario “Filosofía de las Ciencias: ¿Una razón situada?, en la que invitó a conversar de este tema al profesor de Filosofía de la Academia de Humanismo Cristiano, Fernando García, quien abordó el concepto de la ciencia y cómo ha ido cambiando en nuestra cultura. El profesor García expuso acerca del cambio fuerte en el concepto de ciencia que ocurre a mediado del siglo XX.

La ciencia moderna surge con Galileo, y el gesto importante de Galileo es que la naturaleza está escrita en un lenguaje matemático, y eso provoca una serie de consecuencias.

El primer aspecto que significa un cambio tiene que ver con que la idea de ciencia misma, cambia, dado que hasta ese momento la ciencia era el estudio de los primeros principios, las primeras causas de la esencia de las cosas. Con Galileo eso pasa a ser algo – dice él – “inútil”, y la ciencia queda como un concepto que tiene que ver con el conocimiento de relaciones entre propiedades, expresadas en un lenguaje geométrico. Es decir, hay una cierta renuncia, en la medida que la ciencia queda limitada al conocimiento de las relaciones entre fenómenos y hechos observables. Esto es, por cierto, un germen que está implantado en Galileo y que tarda en madurar a través de la modernidad.

Según García, otro aspecto que Galileo introduce es la idea de que la ciencia para ser tal tiene que partir de certezas, y a partir de esas certezas introducir otras verdades. Y ahí está lo que caracteriza a la ciencia durante casi 3 siglos.

Descartes asume este desafío que plantea Galileo, de un conocimiento que supone una certeza, y el desafío que se propone Descartes es encontrar por lo menos una certeza absoluta, a partir de la cual se pueda construir todo el edificio de la ciencia. Bueno, el encuentra esa certeza en el “cogito ergo sum” (pienso, luego existo).

Pero Descartes pone además un elemento más concreto respecto al método, en el que desarrolla unas reglas que básicamente están articuladas sobre la idea de un conocimiento matemático, en el que sólo podemos aceptar pensamientos que tengan claridad y distinción.

Una verdadera revolución fueron los positivistas o empiristas lógicos: la primera revolución ocurre a fines del siglo XIX en el terreno de la lógica, que desde Aristóteles no había tenido ningún desarrollo. Y es en esta revolución que surge la lógica simbólica, la lógica matemática, la lógica de proposición, la lógica de predicado, las geometrías no euclidianas, en fin un gran desarrollo. Y estos filósofos, científicos naturales y sociales que componían el Circulo de Viena, creyeron encontrar allí la posibilidad de desarrollar una concepción de la ciencia que lograra hacer lo que el positivismo clásico no logró.

En la Lógica moderna se supone que es un lenguaje convencional, un lenguaje artificial. Cuando Popper niega que haya un principio de inducción, dado que por amplia que sea la experiencia de una relación entre fenómenos, ella no es limitada desde el punto de vista del tiempo y del espacio Cósmico. Y Popper responde con algo que sorprende a todo el mundo, en que señala que la ciencia es verdadera, porque la ciencia no se puede verificar, la ciencia siempre tiene carácter de conjetura, es hipótesis.

Las proposiciones de la Ciencia según Popper no son verdaderas: la Ciencia no es un edificio sobre bases firmes, una roca, está sobre un pantano que no se hunde pero que no tiene fundamentos (conjeturas y refutaciones). Por más que hagamos experimentos ninguno nos asegura que no se pueda refutar en el futuro. Nace el problema de la inconmensurabilidad, es decir cada teoría tiene sus propias observaciones. La comunidad científica podría estar continuamente en discusión: la Ciencia en realidad establece acuerdos de una manera dogmática sobre una base observacional que puede confirmar o refutar

La ciencia no ocurre como una interpretación de la realidad, el lugar de la ciencia en nuestra cultura, ha cambiado.

La exposición del Prof. Garcia continuó con la introducción de los Paradigmas de Thomas Kuhn, y de otros pansadores: Maturana y Varela, Stephen Hawkings, Gadamer, Foucault, etc y que concluyó con una ronda de preguntas del público asistente.

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